miércoles, 3 de septiembre de 2014

Cristina Gómez Álvarez en el «Seminario Manuscritos e Impersos: Lecturas...»

La primera edición del «Seminario Manuscritos e Impresos: Lecturas...» se realizó en la ciudad de Zacatecas, del 25 al 29 de agosto de 2014 en la sala Hermanos de Santiago del Centro Cultural Ciudadela del Arte, en el marco de la «XIV Feria Nacional del Libro Zacatecas 2014». Organizado en conjunto, la Unidad Académica de Letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas» y el Instituto Zacatecano de Cultura «Ramón López Velarde», un grupo de investigadores, profesionales e interesados en las maneras de la lectura se reunieron para intercambiar experiencias e información, presentar avances y advertir sobre pesquisas e investigaciones. El evento fue revestido, además de 10 exposiciones-expositores, con la presentación de tres libros: Bibliografía Literaria de la Revolución Mexicana de Fernando Tola de Habich, Navegar con Libros de Cristina Gómez Álvarez y Nazario Espinosa: litógrafo zacatecano. Historia de un impresor, a lo que se sumó una charla magistral y una ponencia principal. El resultado fue fructífero.
          En esta ocasión, lo que publico es el texto con el que presenté a la ponente principal del evento: Cristina Gómez Álvarez. 



Aun cuando Cristina y yo habíamos quedado de vernos en la cafetería de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la verdad es que ya le conocía. Me la presentaron los Orduño, que tienen una librería-casa editorial en Madrid (por la avenida de Europa y la calle Inglaterra), a manera de libros. La leí en las catorce largas horas de vuelo que atraviesan el Atlántico y le hube escrito algunos correos electrónicos que, ahora –pienso-, fueron tempestuosos, confusos. Y, es que, los Ortuño tienen un especial imán para allegarse hispanos a su librería-editorial. Allí, por lo regular, te encuentras con alguien de acento distinto al propio y al de la ciudad, personas que están allá para escribir, estudiar, huir y, sobre todo, leer. Así que, mientras ojeaba algún número de Trama & Texturas, Manuel (hijo) me preguntó de mí con el tono mandón madrileño pero sin tono en «d». Le dije en pocas palabras que estaba allá para estudiar y en algún momento de la charla comenté de mi interés académico por escribir de/sobre las librerías, las bibliotecas y los libros bonitos. Se levantó. Pasó a mi lado dejando un halo oloroso a cigarrillo y me dijo: «tienes que leerte esto», poniendo dos libros sobre una mesa-escritorio: Censura y revolución. Libros prohibidos por la Inquisición de México, (1790-1819), (Madrid, Trama editorial, 2009) y Navegar con libros. El comercio de libros entre España y la Nueva España. Una visión cultural de la Independencia, 1750-1820, (Madrid, Trama editorial-UNAM, 2011). Me los llevé. Volví. He vuelto a «Trama editorial» varias veces, haciéndome obligada la visita siempre que llego a Madrid. En una de esas vueltas, Manuel (padre), dijo «¿Ya has leído esos libros o qué?». «-Glup. No. Lo estoy dejando para otro tiempo menos atareado –respondí-». «Déjate de eso –dijo-». Y le pidió a su hija me diera la dirección electrónica de Cristina.
         Por un lado, Censura y revolución engorda con 330 páginas seccionadas en dos partes, escritas junto con Guillermo Tovar y de Teresa (México, D.F.; 1956-2013), de culta memoria. La primera sección, con cinco capítulos, aborda las «Lecturas prohibidas» (1790-1819). La segunda sección, con los edictos de 1790 a 1819, entre libros, folletos, papeles, hojas sueltas, periódicos, gacetas, manuscritos, proclamas comedias impresas y manuscritas. Por otro lado, Navegar con libros es más delgado, el hijo segundo, con 173 páginas. Con él ha ganado un premio al fino diseño y cuidado editorial y el reconocimiento de sus lectores por la profusa investigación. Cristina, por su parte, se apellida Gómez Álvarez, es doctora en Historia (1993, UNAM) y profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (1994). Además de Censura y revolución y Navegar con Libros (que presentará en esta Feria del Libro), también ha escrito otro libro: El alto clero poblano y la Revolución de Independencia, 1808-1821, (México, UNAM, 1997). Sus investigaciones recientes las ha orientado al estudio del libro durante el siglo XVIII y principios del XIX en la Nueva España, en especial al estudio del comercio, los comerciantes, las bibliotecas particulares, los lectores y la censura. Ha realizado estancias de investigación en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, España, y cuenta con numerosas publicaciones en México y el extranjero sobre la Independencia mexicana y la historia cultural. A todo ello se suma que desde 1987 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, actualmente con la distinción de Investigador Nacional nivel 2.
Cristina, estás entre amigos.

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