Estas a punto de empezar a leer... Relájate. Concéntrate. Aleja de ti cualquier idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto. La puerta es mejor cerrarla; al otro lado siempre está la televisión encendida. Dilo enseguida a los demás "¡No quiero que me molesten!". Quizá no te han oído con todo ese estruendo; dilo más fuerte, grita: "¡Estoy empezando a leer... !" O no lo digas si no quieres, Esperemos que te dejen en paz.
Adopta la postura más cómoda.
Italo Calvino en Si una noche un viajero viniera