Está
por irse de este mundo
Muhammad
Ali (Kentucky, Usa; 1942), antes
Cassius Marcellus Clay, Jr. Los noticieros deportivos advierten que fue hospitalizado
por complicaciones respiratorias y que ahora se encuentra estable bajo sedación.
El rey del box esquiva con esa elegancia que sólo me ha sido posible ver en videos
y documentales, los ganchos, los golpes bajos y los jab’s, que la muerte
pretende asestarle. «The greatest of all time» se escurre una y otra vez, mientras
la vida, con desesperación bajo el ring, deshace la garganta con gritos de
aliento, de manejo de pelea, recordándole que todo está en su mágico manejo de
pies. Sé de cuatro películas que recuentan episodios o totalmente su vida: «Thesuper fight» (1970), «The greatest» (1977), «Freedom Road» (1979) y «Alí»
(2001).
… En
casa teníamos dos pares de guantes, eran rojos y pesaban. Mi padre, cuando la
Banda le daba tiempo, nos enseñaba algunos trucos de defensa, de movimiento y
de ataque; luego nos ponía uno contra otro, o uno a esquivar lo que el otro
enviaba. Obvio, lo deben intuir, de mis hermanos siempre fui el menos ágil y
diestro para esas cosas de la vida e invariablemente terminaba en el piso sin
saber cómo había llegado ahí, mientras uno de ellos brincaba con los brazos en
alto y mi padre y otro hermano reían, reían a carcajadas. Al día de hoy no sé
cómo, pero siempre caía, siempre, aun cuando fuera el más grande y ellos
pequeños y flacuchos. A veces, por las tardes, cuando la buena suerte del viejo
le guiñaba el ojo, encontrábamos alguna de las películas antes citadas o íbamos
al videoclub a rentar una u otra. Aunque ya hubiésemos visto la cinta dos o
tres veces, el viejo quería que las memorizáramos «para que aprendiéramos». Lo
que se me quedó, fue la agilidad de pies. Es más, hará un par de años atrás,
todavía, mientras un viejo conocido se liaba a golpes fuera de una conocida
cantina, yo, antes de tirar el segundo guantazo –diría mi abuela- ya estaba en
la esquina de abajo pidiendo taxi a casa.
.
..
…
Ya se
va. Dos cosas. Una, entra a la página de Alí, está con madres. Dos, qué mejor
imagen que ver a dos dioses frente a frente, es como ver a Cervantes y
Shakespeare. Toda comparación vale.