Borrador 2, proyecto Cien de Cien. Ramón López Velarde
De joven, muy joven, Ramón se interesó por la poesía. De adulto, López Velarde nunca la soltó. Aún en la muerte continúa aferrándose al viejo pozo de mi vieja casa, que calentó con el fogón de la palabra versificada y el pensamiento bizarro y permitió que el espíritu anduviera desnudo sin temor de las miradas entrometidas. De allí son famosas las comilonas que celebró con la prima Águeda, Margarita, Fuensanta y las demás muchachas cortijeras que alimentó de manzanas y uvas / en el ébano de un armario añoso y retozaron, dando nombre al secreto esfumado.