Ilustración
Cyrridwen
Folletinar
la librería
Decálogo
de sobrevivencia independentista
Edgar A. G. Encina
Este artículo fue publicado en la revista Quehacer
Dos
librerías chiapanecas han hecho público el Decálogo para crear una librería independiente
(agosto 2021). Lo redactaron Agustín Villella, de Librería La Cosecha en San
Cristóbal, y Samuel Albores, de Librería LaLiLu en Comitán de Domínguez, con diseño
de Ximena Broncoli. Se trata de un fanzine de 20 páginas en formato de
bolsillo e impreso en hojas color pastel, con costo de 50 pesos que incluye el
envío por Correos de México.
Es una obrita frágil y esbelta, pensada
con el atino de la elegancia y la sutileza, que sirve como introducción al gran
tema de abrir una librería sin perecer en la aventura o, si se muere en el
lance, hacerlo sin extraviar la dignidad y el gozo. Es, permítaseme el juego,
el pase de entrada y la nota de apuntes primigenios para comenzar a idear la
librería de barrio que quieres abrir, lector, y no terminas de ver por dónde.
Sus maneras físicas recuerdan a los folletines decimonónicos, con el acento que
éste va escrito con lenguaje inclusivo.
Decálogo se circunscribe en
una tradición más o menos moderna de libreros que escriben sobre la experiencia
del oficio, la racionalizan y exponen modos de llevar el barco a buen puerto,
con la salvedad de que acá van ligeros. En el catálogo comparte estante con,
por ejemplo, La librería como negocio. Economía y admistración de Giorgio
Brunetti, Umberto Collesei, Tiziano Vescovi y Ugo Sòtero, traducción de Maia F.
Miret (fce, 2004), Vender el
alma. El oficio de librero de Romano Montroni, traducción de Gabriela
Romairone (fce, 207), o Tocar,
dudar, hojear. La librería Ombres Blanches de Christian Thorel, traducción
de Gabriela Torregosa (Trama, 2018).
Los temas trabajados son:
1.
El
catálogo debería poder convertirse en tu biblioteca.
2.
La
formación lectora es el cimiento.
3.
La
librería es siempre colectiva
4.
Jamás
serás Funes el memorioso.
5.
Que
las editoriales se vuelvan tus amigas.
6.
El
gran orden.
7.
De
la amabilidad y el juicio.
8.
La
librería como hogar.
9.
Un
buen equipo es lo ideal.
10. ¿Quién regala un pdf
para un cumpleaños?
Desarrollado
desde la idea que librería es un modelo de negocio y hábitat de humanos
rarillos que necesitan apapacho, el fanzine provoca a pensar la tienda
de libros como segunda casa o club-hermandad o espacio para terapias sociales o
centro cultural o gimnasio del espíritu y la imaginación. Emprender todo
negocio cultural siempre ha implicado retos sociales y económicos. Para dar ese
paso, una regla que subyace para la buena administración es la persistencia, sensibilidad,
inteligencia y las buenas amistades, que acá se presumen con otras librerías
como Máquina de aplausos, Polilla Librería y Volcana, lugar común (CdMx); Ricos
Juegos (Guadalajara), Planta libre (Mexicalli), El Traspatio (Morelia) y
Garabato Libros (Bogotá).
La escritura de los libreros fusiona
la escritura personal con la experiencia lectora, el conocimiento del oficio y
las ciencias administrativas, abriéndose paso como potente forma narratológica y
categoría literaria En el siglo xix
el relato bibliófilo apareció como tema de escritura y hasta de preocupación de
salud social. En el xx se alimentó
el retrato de las bibliotecas personales e institucionales. En el xxi las librerías se asoman con la clara
intensión de posicionarse en el librero y el Decálogo para crear una
librería independiente se agrega al corpus, en este caso con la
atenuante filial que lleva la literatura de folletín