la librería anárquica-magonista
vida librera
Conocemos
de Ricardo Flores Magón que nación en Oaxaca en 1873 y murió en Kansas en 1922,
fue uno de tres hermanos distinguidos por su espíritu combatiente durante el
periodo revolucionario y llevó los lentes tipo quevedos junto al bigote
afilado en las puntas. Sabemos que el reconocimiento a sus labores ha sido
variopinto debido a las características del activismo social que profesó, pues como
pensador, escritor, editor y promotor, enarboló, en muchas ocasiones, el
anarquismo más radical de su época. Distinguimos que se enfocó en la lucha de
clases, vista desde el agrarismo guerrerense a partir de los preceptos
zapatistas, lidiando por una conjura económica que aboliera la propiedad
pública y al Estado, llevándolo a disputas ideológicas con propios y extraños. Lo
anterior le encasilló entre el utopismo y el hombre revoltoso per se
que, refiere Claudio Lomnitz en El regreso del camarada Ricardo Flores Magón
(Era, 2016), se enfrascó en un discurso que intentaba hacer entender al pueblo
la necesidad de «volver a la real y profunda comunión de la amistad íntima y el
amor romántico».
Existe el archivomagon.net, página
electrónica auspiciada por la Dirección de Estudios Históricos del Instituto
Nacional de Antropología e Historia que aglutina gran cantidad de información
de y entorno del personaje. Aquí es posible encontrar, por ejemplo, la
compilación de Regeneración, semanario que se publicó en Ciudad de
México de 1900 a 1901 y en algunas ciudades norteamericanas en intermitentes periodos
de 1904 a 1918, Correspondencia redactada ente 1899 y 1922, resaltando
el periodo en que fue presidente del Partido Liberal Mexicano (1905-1918), y la
Obra literaria donde se compilan cuentos, teatro y relatos procedentes entre
1910 a 1917. Resalta la Ruta Magón donde «el lector encontrará el trazo
general de dicha trayectoria. En él se señalan las ciudades y poblaciones donde
se encuentran las direcciones y lugares mencionados» en diversa documentación.
Del mar de información particularmente
resalta la Librería La Aurora ubicada en el 652 de la calle San Fernando Norte
en Los Ángeles, California, en el primer cuarto del siglo xx, propiedad de Rómulo Carmona o Pilar
A. Robledo, pseudónimo. En principio el cuerpo del negocio se vistió con libros
españoles «de corte libertario, diccionarios y novelas» que en el cambio de
pesetas dólares resultaron ganancias fructíferas. Tuvo fama por sus escaparates.
En entrevista Nicolás T. Bernal subrayó que en un principio Carmona «vendía
libros en un zaguán y Ricardo se los anunciaba en el periódico». En 1907 fue oficina
cede del periódico Revolución y sitio de reunión de liberales mexicanos.
Se ubicó en las cercanías de La Placita, centro comercial con afluencia
mexicana, que también estuvo próxima a las oficinas de la antigua imprenta del
diario El Mosquito, editado por Modesto Díaz con trabajo de Flores
Magón. El Heraldo de México, al que consideraba nuestro personaje «infeliz
periodiquillo», dio cuenta de las defensorías que en el local se hacían de los
migrantes mexicanos en California. En 1911 Jesús Silva Martínez, miembro del
Grupo Regeneración Oxnard, señaló a la librería como la principal distribuidora
de libros y periódicos recomendados por la Biblioteca Sociológica de Regeneración.
La
Biblioteca Sociológica de Regeneración apareció formalmente en 1911, poco
después de que se publicara el «Manifiesto» anarquista del 23 de septiembre. Las
«recomendaciones» de la Biblioteca se anunciaban en Regeneración. Se
tiene la cuenta del ofrecimiento de una selección elaborada por Flores Magón y
William C. Owen de 87 títulos, todos ofertados en La Aurora. La Biblioteca Sociológica
forma parte una tradición anarquista hispanoamericana así llamada
invariablemente, Existen estudios contemporáneos que dan cuenta de una red
existente en Argentina, Chile y España, por lo menos. En el Archivo Magón se
halla una selección de libros y 57 folletos, procedentes del Instituto
Internacional de Historia Social de Ámsterdam. Entre los títulos destaco un par
de ejemplos: La sociedad moribunda y la anarquía de Juan Grave con
traducción de Pedro Esteve (Buenos Aires, 1902) y los dos tomos de Trabajo
de Emile Zola traducidos por Leopoldo Alas «Clarín» (Barcelona, 1910).