sábado, 1 de mayo de 2021

Susana Maciel, «Comentarios a “Así leo cuando veo” de Edgar A. G. Encina»

 


Tres puntos suspensivos para que busques una respuesta

Comentarios a Así leo cuando veo de Edgar A. G. Encina

 

Karla SusanaMaciel García

 

Artículo publicado en la revista Quehacer,
nueva época, año 5, número 65, segunda de abril de 2021, p. 22.

 

Así leo cuando veo es un compendio de ensayos que, pareciera, florecen justo a la mitad de un relato, es decir cuando la historia ya iba a la mitad de su suceso. Es así porque el autor no busca darle un sentido o una voz al origen de la fotografía, de la música o de la literatura, todo lo contrario. La propuesta no es una explicación, es una pregunta «¿puedes sentirlo?» Pregunta el autor «¿puedes sentirlo, incluso cuando ya ha ocurrido?».

            A lo largo de estas líneas está la búsqueda y el hallazgo de la belleza artística que solo podría surgir, si pones atención, en un día cualquiera. Un ejemplo de esto es el tercer ensayo de este libro, «Spheres para la bella suicida»; donde el autor te lleva a un recorrido por tu cuerpo para que veas la foto. Primero, de cerquita. Te pone a David Bowie de fondo, te describe la foto de la chica que yace muerta. ¿Cómo es que ha muerto?, ¿en qué posición se encuentra?, y, justo a la mitad de la canción, aleja el lente para preguntarte por el fotógrafo y te regala tres puntos suspensivos para que busques una respuesta; como dijo el autor «Hay que escucharla para imaginar».




            Entre las preguntas que se sueltan en estas páginas también se encuentra el consuelo ante la incertidumbre, la belleza del no saber y solo por un instante sentir; en el sexto ensayo, El envejecimiento y la inelubilidad del destino. Se habla del imperturbable tiempo que atraviesa al hombre, nunca al revés. En medio de esta carrera, el autor nos pone de fondo I need never get old, nos pide que te detengas, bueno, no que te detengas, pero sí, que alentes el paso para dejarte sentir la música, para ser parte de ella, así como de la foto que te describe con un sentido metafórico. Describe una puerta, el marco, la textura, la postura, la espera, lo que significa la espera, de lo que está afuera, lo que hay adentro y la relación de esto con la vida misma. Solo para recordarte que sí, la vida es muy corta, pero también es lo único más largo que vas a experimentar y, como ya se dijo en el libro «si no lo notaste es porque quizá ya no estés vivo».

            Este libro es una invitación a la reflexión sensorial, se te pide que te dejes sumergir por una historia, un sueño, una pequeña suposición a la par de la música, a veces clásica, a veces moderna; se te pide que mires la foto con ojos de artista, con ojos de fotógrafo, con ojos de modelo y también de cantante; se te pide que creas que la foto es más que una imagen, que la música es más que canción, que lo que está aquí escrito es más que palabras; a cambio de lo que se te pide, se te ofrecen las deliciosas mieles de lo ordinario, de una vida reducida a un instante, una nota que se mantiene sostenida, un verbo que podría dejar de estar pasado.








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