Brevísima historia de una
fotografíala humanidad viva
Edgar A. G. Encina
Artículo publicado en la revista Quehacer Universitario
Una mujer de cabello oscuro
y con un niño en brazos lee sentada al pie de uno de los escalones más simbólicos
de Shakespeare and Co. Antiquarian Books. La imagen se sitúa a la entrada de la
mítica librería que recibe con sus estantes famélicos de lectores, los cuales
parecen abalanzarse tras de cualquier resuelto aventurero que cruce el umbral. Es
una imagen que se repite hasta el cansancio, pero sin ella absorta en las
páginas de ese impreso ni el hombre de atrás también concentrado en otro
ejemplar ni el dependiente que parece vigilarla con clara expectativa. El niño,
por su parte, parece atender la lectura como rumor o arrullo o vaporoso canto, mientras
juguetea con el zapato en su pie. No es una fotografía de la guerra ni sus
estragos, acá no hay crisis o personas sin techo ni pandemias e imposibilidades
para la vida; sólo es tiempo congelado que da parte del símbolo más alto que
las librerías alojan, la de la paz interior, la de la tranquilidad exterior, la
de ella dando sin escatimar ni desestimar.
En
la contrahuella del escalón pone «Live for humanity» en tipografía suave, como si
desconfiara del tropiezo, pero acudiendo a la fina percepción del subconsciente.
En otro sitio se ubica la otra
legendaria frase: «There is so much stubborn hope in the human heart» de Albert
Camus. La
primera, la que interesa ahora, ha sido atribuida a George Whitman, fundador del
negocio que se regocijaba citándola como lema de vida y es referida en la variada
bibliografía que la librería ha inspirado en su siglo de existencia, como La
librería más famosa del mundo de Jeremy Mercer (Malpaso, 2014).
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