La verdad se
oculta ante nuestros ojos. De frente se exhibe rebosante, como una bailarina
que nos deja ver sus piernas mientras la mayoría se pierde de sus labios, del
color de su iris, del olor de su piel. Se pavonea en nuestra mirada y apenas
algunos iniciados o despistados le hayan, le descubren, se embelesan.
Esta es la «Mesa revuelta» de Fidencio Díaz de la Vega, un objeto del que
he venido escribiendo de apoco y que siempre, siempre me ha fascinado.
Lector, que te aproveche la "Crítica" en la «Mesa revuelta» de Díaz de la Vega
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