miércoles, 29 de noviembre de 2017

De diccionarios y perros de mirada carnicera

De diccionarios y perros de mirada carnicera
Desenfunda que Te voy a hacer una autocrítica, Perroantoinio

Edgar A. G. Encina
Artículo publicado en la revista Crítica. Fondo y Forma, p.39.



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Habrá dicho la crítica que se trata de una imagen graciosa o encantadora y que forma parte de la recreación fragmentada de vida de algunas de las mujeres del xviii. Habrá sentenciado el análisis profundo que el puro y simple retrato es una muestra del sentimentalismo femenino, decorado por colores suaves y valiosos tonos. Habrá fallado la calificación que Woman Reading by a Paper–Bell Shade (1766, óleo sobre lienzo, 76.2 x 63.5 cm) de Henry Robert Morland (Inglés, 1730-1797), perteneciente a la colección del Yale Center for British Art [britishart.yale.edu], es vibrante por su calidad. Habrán escrito eso y más, seguramente, los profesionales del ver y hablar de las artes.
Sin embargo, lo que me pregunto es qué hace que esta Woman Reading… se sonroje, porque –seguro- habrás notado lo enrojecido de sus mejillas. Para ello tengo dos respuestas. La primera es la sencilla; lo que produce el rubor en su rostro es la lectura de un pasaje impúdico, algo cachondo, de esa novela seguramente cortesana. La segunda es más aturdida; imagino que debajo de la mesilla, allá donde la pintura no alcanza, un perro «de mirada carnicera» le muerde la pantorrilla y lo que atestiguamos es el primer síntoma de algo que le llevará a la incapacidad de mentir, a «escribir textos tóxicos e insultantes… a la bebida, a la antipatía y a la inobservancia de los días del Señor», hasta llegar a la inconstancia, impaciencia e intranquilidad, lo que le dificultará para «abordar proyectos que duren más de cuarenta y ocho horas».
¿Por qué lo sé? Porque así lo atestigua Perroantonio, «la versión furiosa de José Antonio Blanco (Baracaldo, 1961)», en la introducción «En donde se explica el porqué de este diccionario, más o menos, y se le echa la culpa a un perro», por el cual redactó el fiero libro con sentencial título; Te voy a hacer una autocrítica.Diccionario para entender a los humanos (Trama, 2016). Acoto. No afirmo que Perroantonio diga que nuestra Woman Reading… sea mordida por un perro; eso sería un despropósito, la pobre mujer estaría en agonía desde hace 244 años con un saludo a la eternidad. Lo que digo es que el «poeta breve pero intenso» ya diagnosticó algunos tópicos de esta enfermedad, también ocasionada por dejar de escribir e «incorporar a su currículo los éxitos ajenos», como anota el editor en la portadilla que presenta a Perroantonio. Así que, amable lector, la imprudente conjetura de la mordida me la atribuyo.

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Amén de no caer en el error de comentar o recomendar el diccionario Te voy a hacer una autocrítica porque temo hablar desde la:
academia. Consejo de ancianos formado por artistas, escritores y filólogos al que la autoridad pública encarga la tediosa tarea de entorpecer la natural evolución de las Artes y las Lenguas.

O ser un
cabecilla. De cabeza dura, pocas luces y habilidad innata para conducir a sus seguidores hacia el precipicio. Como a las gambas, a los cabecillas se los descabeza.

Con:
identidad cultural: Tufo a ritos y costumbres que se excreta para ser identificado por la manada propia. Sólo funciona en las distancias cortas. A partir de los 10 metros puede reemplazarse por una camiseta de fútbol.

Pero, sin:
nariz. Probóscide respiratoria valvular que permite a los humanos husmear en las vidas y bragas ajenas pero les impide detectar los olores y miserias propias. Se usa también para sujetar las gafas. | Apéndice olfativo que permite a los expertos detectar en un vino aromas florales y a dinero.

Con temor en caer en la clasificación de:
Zutano. Hijo segundo de Fulano y Fulana de Tal u nieto de Perico de los Palotes. Es hermano mayor de Perengano y menor de Mengano. Soltero. Sin trabajo. Sin perspectivas. Un Don Nadie.


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